sábado, julio 11, 2009

Sinfonía Nadada

El allegro empieza con el clic de la caja de las gafas de baño cuando las estoy sacando. El leve roce de la bata de baño con mi piel, crea un sonido plano, corto y limitado. Luego, entra la asonancia de la cremallera de la maleta cerrándose que comienza a crear la melodía acompañada de un ritmo binario por el sonido de las sandalias al pisar el suelo mojado de los vestieres…

Uno
DOS
Uno
DOS
Uno
DOS

En el fondo empieza la letanía de los gritos y pitos de los entrenadores y algunas voces estridentes de niños revoloteando en el agua.

Sonido del gorro de látex estirándose en mis dedos; sonido del gorro al soltarlo en mi cabeza; sonido del caucho de las gafas al acomodarlo sobre el gorro…

UNO dos UNO dos tres. UNO dos UNO dos tres. UNO dos UNO dos tres: ritmo compuesto entre la respiración ya un poco acelerada por los movimientos y estiramientos de todo mi cuerpo, y el pisar el borde de la piscina y algunos de sus charcos. Armonía sublime con el sonido de los brazos de los nadadores inmiscuyéndose en todos los estilos en un agua que solo busca calma.

Trampolín, salto, entrada al agua. Silencio cagesiano al entrar a las profundidades. Burbujas saliendo de la boca y la nariz. Movimiento sincopado del cuerpo y ruido de gente al lado nadando; todo da pie al minué con un seudo compás ternario.

Salgo a la superficie, brazada de libre derecha, brazada de libre izquierda, brazada derecha, brazada izquierda; aspiración profunda de aire; burbujas saliendo de la boca.

UNO dos UNO dos tres
UNO dos UNO dos tres
UNO dos UNO dos tres
UNO dos UNO dos tres

La melodía se rompe repentinamente cuando mi cuerpo rota al borde de la piscina luego de recorrer 25 metros para empezar una nueva secuencia. Siguiendo un compás ¾ que emula un scherzo schubertiano con un armónico estilo mariposa, la melodía nuevamente se construye creando un sentimiento orgiástico de dicha y emoción acompañado de una riqueza visual que combina la tranquilidad del agua profunda, los azulejos de la piscina, las burbujas que rítmicamente danzan siguiendo mi cuerpo.

La sinfonía continúa creándose con ruidos y sonidos del agua y mis movimientos corporales siguiendo todos los estilos alternados, pecho, libre, espalda, mariposa... La progresión de melodías y la combinación de poliritmos generan una satisfacción y placer únicos en el espectador de la grandiosa sinfonía: yo.
El último movimiento, el más lento, me llama a que, luego de estar al borde de un éxtasis sensorial, se presente toda la calma necesaria para poderme reincorporar. Boto todo el aire de mis pulmones, mi cuerpo desciende lentamente hasta el fondo de la piscina; cierro mis ojos en un silencio casi absoluto, mi espalda toca los azulejos sin querer despertar de esa ansiada calma. Abro los ojos y como agradecido por esa infinita sinfonía nadada compuesta de ruidos y sonidos, empujo mi cuerpo con las piernas para salir a la superficie, sintiendo todo el ruido de las burbujas y el agua estrellarse con la superficie tranquila de la piscina…

Notas al Pie

- Agradezco todos los comentarios del post anterior, fue muy valioso contar con su retroalimentación a mis divagaciones. Creo que la convocatoria hecha por el Sr. Joker fue magnífica para conocer y dar a conocer opiniones al respecto.

- Agradezco también la participación de nuevos grandiosos blogueros en mi blog (Sra. Marichuy, Sra. Mara Jiménez, Sr. NewSaint73, Sr. Memo pero no Orozco!, Sr. MauVenom, Sr. Fair Play) , bienvenidos y esta es su casa, sigan y diviértanse un rato.