domingo, mayo 14, 2006

¿Por qué el maldito día de la madre?

Seguramente es una farsa comercial y ya. Lo odio y no lo comparto. En este momento ya llevo varios gritos con mi mamá. Por el contexto, por el verme obligado a doblegarme frente a ese falso ícono que representa. No comparto ese modelo de organización social: la familia para mí no representa nada, y desafortunamdamente aún me encuentro sumido en ella.

Ahora tengo que ir a un almuerzo jartísimo donde parte de mi familia que detesto. Es un mundo tan de falsas expresiones que no tiene comparación con otra debilidad de esas humanas. No deja ninguna conclusión, no puedo sacar nada productivo; servirá únicamente para fortalecer el criterio que tengo frente a a familia y su supuesto motor para una sociedad.

En un momento dado quisiera revelarme, que se dieran cuenta realmente qué pienso de ellos, qué pienso de sus reuniones, qué pienso de sus actuaciones para posicionarse frente a una mundo al que no pertenecen: un espacio de falsa cultura y clase. Ellos se quedan en el discurso, para realmente conservar y desarrollar una conversación, pero ya. No tienen la capacidad de asumir una posición analítica frente a un tema algo más profundo que la plata, los viajes, los carros, la abudancia, el glamour...

Me encantaría ver sus caras si en un momento dado cojo a mi primo y me lo rumbeo frente a todos. Él qué dirían me entusiasma más que otra cosa. Trascendería de generación en generación, y mi linaje ni sería nombrado. Ja. Pobres imbéciles superfluos y vanales. Pero a mí en qué me afecta? En tener que aguantármelos un día como éstos, en una reunión como esas. No veo el día en que ya no deba soportar las exigencias sociales de mi mamá!!!

2 comentarios:

Monchis dijo...

Hola Tavo,

Ja, ja, ja.

que enternecedora muestra de rebeldía, tan típica y al mismo tiempo esclarecedora de tus conflictos y contradicciones internas.

El tiempo se encargará de enseñarte que los lazos de sangre son mas fuertes que el deseo, el amor y hasta la costumbre.

Cuando menos los esperes, te sorprenderás a ti mismo diciendo las mismas frases que tanto criticaste de tu madre y esgrimiendo la misma testarudez y mal genio de tu padre.

Parte del proceso de autoaceptación de nuestras propias miserias, pasa por el duro trayecto de aceptar las limitaciones, prejuicios y visión limitada del mundo que tienen nuestros padres.

Llegará el momento que entenderás que independientemente de lo que te guste hacer en la cama y lo que puedan pensar tus familiares acerca de eso, el vinculo que los une es mucho mas fuerte.

Y no se te olvide que discutir y buscar pleito, es una forma muy sofisticada de expresar amor.

Saludos,

alejandrojohn40 dijo...

Oh!, por Dios, hasta hoy he llegado aquí y no sabía, yo adelante en este 2009, tratándote de Glamuroso, y no sabía que eso te chocaba.

Porque realmente lo eres, así no lo quieras, así lo odies, lo expresas y lo siento en todos tus post.

Me sorprende que este post, y los anteriores, los publicaste en el 2006 y dos años después te empezaron a comentar.

Por nuestras comunicaciones, noto que has avanzado, estás curando, no sabía que odiaras el Día de la madre tanto como yo, pero mi caso es diferente por el alcoholismo de mi papá, que daría para un buen post.

No sé si ya enteráste a tu mamá y tu familia de tu realidad, para poder matar el sentimiento de revancha de rumbiarte a tu primo delante de todos, creo que la forma ha de ser otra, si me permites el consejo, no soy autoridad para aconsejarte, perdóname el atrevimiento pero si hoy en este 2009, ya lo tienes solucionado, ese sentimiento muy seguramente ya desapareció.

Estamos proximos nuevamente a la desafortunada fecha y espero hayas curado, un poco, tan siquiera.

No debes perder tu glamour, porque inteligencia y clase es lo que te sobra, no debes dejar que te arrinconen, salvate, estaré pendiente, cuentame cómo te estas preparando para la fecha que nuevamente se aproxima, a la larga mucho te comprendo.

Lo del comentario anterior es tan actual como cierto, mi hermana mayor es tal cual, busca camorra en todas las reuniones familiares y por supuesto, que porque ya la conocemos nadie le para ni cinco de bolas, pero si nó está presente jodiendo, hace falta, ¿que tal?.

La táctica que apliqué, fué la de hacerme el güevón, no dejar de asistir, porque uno no debe aislarse, formar mi propia coraza para que nada me hiera, nada me toque, ni nada me descomponga y ahí uno va curando y aceptando y que lo acepten.

Perdón, Gustavo, te pido mil disculpas por el consejo tardío no pedido, pero en verdad te aprecio.