martes, abril 01, 2008

¿Será que no nos damos cuenta cuando somos malos con otras persona?

Mil veces me lo pregunto... Creo que yo no lo he sido pero cuando me ha tocado ha sido en todos los casos una real pesadilla. Pongamos el ejemplo típico: alguien al que yo le intereso y a mí no me interesa. Qué dilema tan jarto! Aunque yo intento ser lo más sutil para apartarlo de mi camino, siento que mi corazón se oprime al sólo pensar qué está sintiendo porque yo lo estoy apartando... Por eso es que las relaciones no deberían existir! Por eso es que lo de buscar una media naranja es falso! Creo que si uno se pone a buscar su media naranaja tiene las mil y un posibilidades para que en lugar de encontrarla, se te pegue un gusano que termina pudriendo tu mitad de la naranja.


Bueno, bueno, me estoy apartando del tema. Iba en que se me oprime el corazón sólo de apartar a alguien de mi camino que hasta ahora empiezo a conocer. Es duro, pero necesario para que un futuro no sea tormentoso, para que el golpe no vaya a ser tan duro cuando todo caiga... Pero es cuestión de máximo un mes; un mes donde las heridas que se crean sanan con un poco de alcohol y algo de mentiolate. Pero después de 15 meses... imaginen sólo cómo puede llegar a ser de duro. He experimentado todas las sensaciones y sentimientos: de dos segundos de felicidad incontrolable o horas de trizteza y dolor; de minutos de angustia hasta días de completa ira... Mi cabeza ha creado planes tan maquiavélicos que hasta he creido que no he llegado a conocerme por completo. Planes que antes veía tan ilusorios y fantásticos y que sólo necesitaron de una realidad para volverse tangibles. Pero no me preocupo porque se que estoy experimentando cosas nuevas en muchos de mis planos. Ganando experiencia? suena masoquista. Pagando "deudas"? suena tan guevón. Nada señores! Esto es lo que es una relación: mil sufrimientos y mil tristezas porque ninguna termina ni comienza con lo que realmente nos puede llegar a hacernos feliz. No se dejen llevar por ejemplos estúpidos como las parejas perfectas en los que ambos son lindos, cariñosos, tiernos, dulces; detrás de todo eso hay tristezas, sufrimientos, rencores, verguenzas. No se dejen llevar por la farsa del amor de pareja! crean en el amor interpersonal sin compromisos tan serios que seguramente tiene muchos mejores frutos (uvas, peras, papayas, kiwis y hasta mangostinos) y no se agotan en su ser!

3 comentarios:

JP dijo...

No se... si bien yo pasé por eso... me eché el cuento de que era una combinación de experiencia y pagar "cargas de destino" y me fué tan bien!

El amor es eso... expectativas, cumplidas o no...es eso y poco mas... cuando no se cumplen son lo que tu llamas como tristeza... cuando se cumplen... bueno... solo recuerda los breves momentos en los que te jurabas inmensamente feliz al lado de tu hombre.

Todo tiene un tiempo... al parecer en este post aún tienes las rodillas peladas y el dolor en la planta de las manos así que no agrego mas.

Ah...coincido contigo... solo de la misma fuente del amor puede surgir un deseo de maldad que te aterra si miras prolongadamente al espejo.

Monchis dijo...

Hola Tavo,

Coincido con el Joker.

Este post es de alguna manera una catarsis de los sentimientos de dolor y tristeza que te ha provocado el rompimiento con el hombre amado despues de una relación de mas de una año.

Hay momentos para vivir el dolor, como los hay para la alegría, al menos atesora los buenos recuerdos y sigue adelante, los resentimientos solo generan malas energías que nos bloquean y nos aíslan.

no pierda la esperanza, es lo ÚNICO que hace que vivir los sinsabores que a veces nos trae la vida valgan la pena.

Saludos,

alejandrojohn40 dijo...

Ay, por Dios, pareciera que al que estoy leyendo, al que estoy escuchando es el mismísimo, Edward.

Cuando cuestionaba, peleaba, alegaba, reñía, lloraba, vociferaba y hasta rompía cosas; era cuando se distanciaba, se metía ensimismado a hacer las casi idénticas reflexiones que acabas de plantear.

Yo todavía, creo en el amor perfecto, en la pareja perfecta y en andar en la búsqueda de una vida con menos tristezas que infelicidades; dicen que es en el andar cuando se logra, la felicidad no es un fin, es el camino.

Con razón los que experimentan el regresar de un infarto, por ejemplo, dicen que, al sentir el ascenso hacia la luz, se siente una felicidad infinita y cuando se regresa, lo que se siente es una interminable tristeza.

¿Será que deberemos morir para sentir la verdadera felicidad?

Me gustan tus planteamientos, son todo cierto, toda verdad.

Besotes...........