Culpable de la desaparición forzosa: el extrabajo.

Lastimosamente mi extrabajo me obligó a alejarme unos cuantos días de los blogosfera. Mis pensamientos aunque querían ser escritos y compartidos, no lograron sobrepasar las barreras del estrés y del cansancio sufridos en mis últimos días de trabajo. Sí, últimos días de trabajo… Tomé la decisión de renunciar hace ya más de un mes, cuando no le vi salida a los miles problemas que afrontaba la empresa y que la gerencia no quiso en ningún momento afrontar. Me revelé ante la indiferencia de un gerente cuyos dotes administrativos pongo en este momento más que en duda; cuya moral dejó más que en entre dicho cuando con mil artimañas quiso ocultar una situación financiera insostenible… No fui causal de ninguno de sus problemas y no tengo porque cargar con el terrible peso de sus nefastas consecuencias.

Soy libre nuevamente! Me libero del yugo de un horario esclavizante, de un jefe inconciente y hasta bruto; dejo a un lado la burocracia de las entidades públicas y la presión constante e injustificada de interventorías, consultorías de apoyo y subcontratistas.

Soy feliz porque podré dormir tranquilamente y nuevamente soñar después de más de dos años en los que siempre puse primero a mi trabajo. Me pregunto, después de tanto tiempo trabajando, ¿qué gané? Reconozco que me quedo con una muy buena experiencia, con la que ahora me voy a valer para poder ser independiente; me dio los medios para sobrevivir bien y llevar una vida placentera en los pocos segundos que se escapaban solo para mí; me dejó más que unos compañeros, unos amigos entrañables. Pero ¿qué me quito? En pocas palabras, me robó dos años de mi vida. Dos años desperdiciados haciendo algo que no me apasionaba…

Pero bueno, me queda también la experiencia de conocer qué no me gusta hacer; ya sé que no importa el dinero, un cargo rimbombante, unas condiciones laborares supuestamente espléndidas; importa el hacer algo con gusto, con pasión, con la convicción diaria de que se va a trabajar en algo que realmente se le encuentra placer.

Otro tipo de placeres espero poder encontrarlos en un breve periodo de vacaciones que justificado y merecidamente debo tomarme. En las próximas semanas espero poder hacerlos partícipes de mis aventuras de viajero desenfrenado (todo depende de la disponibilidad y accesibilidad a Internet y de que no me vaya a quedar enredado en las redes de algún nativo chuzquete). Prometo entregarles algunas fotos en las que obviamente va a ser más que evidente mi voyeurismo latente: confieso que una de mis diversiones al estar viajando es deleitarme fotografiando a foráneos que merezcan más de un sucio pensamiento. Voy solo sin rumbo esperando encontrar pistas para lograr una tranquilidad espiritual y emocional que hace más de 4 años mi ser está exigiendo a gritos.

Notas al Pie

- Antes de partir sin rumbo, actualizaré mi blog con varios post que en mi cabeza reposan y espero también ponerme al día con mis queridos bloggeros. No los he olvidado, solo estaba en un periodo moribundo del que afortunadamente ya resucité.

- Prueba de mi ajetreado ritmo de vida laboral, es que hasta ahora concluí Las Amistades Peligrosas de De Laclos; la peculiar historia de cómo lo conseguí está en el post La vida sigue. Les dejo unas pocas frases que me fascinaron:

• “Porque es preciso no engañarse; ese encanto que se cree hallar en los otros existe en nosotros; el amor es el que hermosea el objeto amado…”
• “…es una de aquellas ideas quiméricas de que el amor no deja jamás de servirse para engañar nuestra imaginación…”
• "¿No ha notado (usted) que el placer, aunque sea en la realidad el único móvil de la reunión de los dos sexos, no basta, sin embargo, para formar una amistad entre ellos? ¿Y que, si le precede el deseo que atrae, no deja por eso de ser seguido del disgusto que rechaza? Es una ley de la naturaleza que sólo el amor es capaz de mudar. ¿Y puede contarse con éste cuando se quiera? Sin embargo, es siempre necesario; y esto sería verdaderamente muy dificultoso, si no se hubiese advertido que por fortuna bastaba que existiese sólo de un lado…”
• “Sí, no obstante, (usted) me ha visto, disponiendo de los sucesos y de las opiniones, hacer de estos hombres tan temibles un juego de mis caprichos y de mis fantasías; quitar a los unos la voluntad, y a los otros el poder de dañarme; sí, he sabido alternativamente, y según la movilidad de mis gustos, atraerme o enviar lejos de mí, estos tiranos destronados convertidos ya en esclavos míos, si en medio de estas revoluciones frecuentes, mi reputación se ha conservado pura, ¿no ha debido pensar que, nacida yo para vengar mi sexo, y dominar el de usted, he sabido crearme arbitrios desconocidos antes?”