Las cosas simplemente se dan

Infaltable el plan de Paõ de Açúcar y del Corcovado con su Cristo Redentor.

Para el paseo de una de las maravillas del mundo, decidí, luego de un suculento almuerzo por kilo, coger el bus 583 Cosme Velho para aún conocer más a fondo a Rio. Acá me ha tocado requeteconfirmar en varias ocasiones dónde estoy, para dónde voy, cómo hago para llegar a tal sitio, etc., y en esta oportunidad, no fue distinto. Estando en el paradero del bus me dí cuenta de que unas ninas brasileras muy lindas estaban en el mismo plan. Quice hacer la "conversa" y estando ya en el bus les pregunté si iban para el Corcovado. Me dijeron muy amablemente que sí y que cuando llegáramos me avisaban para bajarnos. Luego de casi 2 horas de recobecos y trancones, finalmente llegamos. Con Viviane, Mariana, Juliana y Kalina, nativas de Recife, empezamos a buscar cómo subir. Intentamos regatear un taxi, pero como raro, nos querían tumbar (para que vean que ésto no solo pasa en Colombia). Quiero que se imagine mi cara cuando ellas alegaban con el taxista; en un momento solté una carcajada y todos me miraron como si fuera el más orate de todos los colombianos.

Cogimos para subir el bondi, que es como un tren pequeno que se trepa por una montana empinadísima. La niebla empezó a aparecer y cuando llegamos a la parte más alta, afortunadamente había acabado de llover. Más imponente que el Cristo Redentor, es la vista del Corcovado. Es un orografía para cualquier otro sitio del mundo envidiable: una mezcla rara de montanas, picos, rocas, selva y hermosas playas, con una ciudad caótica que se inmiscuye entre los pocos sitios donde el hombre deja ver sus garras devastadoras.

Con las meninas gozamos tomando mil fotos hasta el anocher sin importarnos el viento helado y la espesa niebla. Agradezco inmensamente a ellas por acompanarme y por "darse las manas" para entablar conmigo una conversación.

Bajando, casulamente nos encontramos en el tren delegaciones de Venezuela, Chile, Argentina, Costa Rica, Brasil y Colombia; con esa mezcla no pudo faltar la "recocha" que en manos de dos venezolanas super queridas fue todo un show. Canciones iban y venían y en la parada final no faltaron los besos, abrazos y las fotos conjuntas donde fue evidente que a pesar de diferencias pendejas, somos la misma sangre alegre.

Y las cosas se siguieron dando. De noche, ese sector es algo peligroso pero un riojaneirense, Rafael, nos alentó a seguir cogiendo bus. Él, estudiante de Ingeniería Civil (siguiendo mis pasos) estaban en el mismo plan con su novia costaricense Alejandra y su amiga Priscilla. En al estación donde cada cual cogía su camino, todo terminó con más abrazos y fotos y con mi cordial invitación (que vuelvo a confirmar), de que todos ustedes, queridos extranjeros latinoamericanos, tienen abiertas las puertas de Colombia y sus tan queridos colombianos.

Brasil y Latinoamérica me sonrien!

Notas al Pie

- Pues me han defraudado los hombres brasileros. Tenía en la cabeza otra idea de ellos. Me quedo definitivamente en Sur América con los Argentinos. Solo cumplen un estandar básico para mi: cuerpos grandes y bien bronceados. Les dejo algunas fotillos de ellos para que se deleiten un poco.

Que tal el masaje en plena playa de Ipanema!

Dos como ricos jugando con la bolita

Y éste estaba parado en la zona gay de la playa, casi le caigo!