En el proceso de volver a llegar a mi realidad, me he encontrado con un blog de El Tiempo que me ha puesto a reflexionar en estos momentos de desprenderme de fantasmas del pasado y buscar un futuro donde la convivencia con alguien más pueda estar dentro de los planes.
Hago entonces acá un breve paréntesis antes de seguir con algunos apuntes de mi paseo. Me tomo la libertad de copiar el post original cuyo título es el mismo de este post. El autor, oscartruma (oscartruma72@hotmail.com); el blog Orgasmos a plazos y una de vaqueros. Espero sus comentarios y reflexiones.
Las parejas que duermen juntas durante años, y que comparten un proyecto vital, un manojo de compromisos, deudas etc. Y tienen, o quieren tener responsabilidades en forma de revoltosas criaturas producto de su amor, o su miedo a quedarse solos, tienen serios problemas para ser amigos de verdad. (Si, ya sé que hay excepciones, muy gratas, pero son eso, la excepción y no la regla)
Por algún siniestro mandato cósmico, si una relación de pareja traspasa el umbral de amigos que se gustan, se quieren, se aprecian, copulan de vez en cuando y van al cine: si lo traspasan y lo tornan en convivencia bajo el mismo techo, en absorbencia mutua, división absoluta de su “yo” eliminación del espacio interior, propio de cada cual, como supuesta muestra de amor para que el otro, o la otra no sufra y “sienta nuestro verdadero compromiso”, las parejas que deciden institucionalizar su convivencia, aunque no medie la formal firma de un contrato, suelen perder la dimensión pura de la amistad. Y esto vale lo mismo para heteros, gays, lesbianas etc. Salvo que posean una madurez cósmica, una generosidad y un “saber estar” casi fuera de este mundo, además de una vacuna infalible contra el deseo de poseer, la envidia y los celos.
El amor de la forma sufrida-trágica tradicional, se parece más a un sentimiento de enajenación transitoria estirado en el tiempo, que le confiere al objeto de deseo tal cantidad de atributos cualidades y virtuosismo, más producto de la idealización pasional primaria que de la realidad. El amor que se sustenta en la posesión del otro, en la domesticación de la individualidad del otro para formar una sola masa amorfa de buenas intenciones que a menudo riñen con la razón y las necesidades propias…esa clase de amor es incompatible con la verdadera amistad.
Uno no puede ser amigo/a íntimo de alguien que siempre espere lo mejor para uno (según su criterio, claro está) por norma absoluta, y que filtre toda la realidad del mundo en función de que yo haga lo que le convenga a ella o él, que como es apenas lógico, no siempre es lo que yo quiero o me conviene a mi.
Cómo preguntarle: si tengo dudas con respecto al mismo sentimiento que nos une sin que se sienta lastimada. Cómo contarle que me gusta, me atrae otra persona, y que no por eso necesariamente la he dejado de amar. Como hablarle que quisiera estar solo simplemente, que no tengo ganas de ser consolado, ni interrogado y que mi ansiedad, mi dolor o mi tristeza, incluso a veces mi felicidad no tiene por que ser siempre producto de ella o consecuencia de ella.
Cómo ser sincero y no salir escaldado, como sacar y mostrar las cartas que no me convienen cuando sé que el otro o la otra, en un ataque de furia doméstica me las puede restregar días después, a pesar de sus promesas de discreción, lealtad etc. Y luego pedirme disculpas por haber utilizado información íntima (sacada con mimos y artimañas de seducción) para tan bajos y vengativos fines.
Cómo hacer para que no se trastoque la confianza cuando hay que mantener tal colección de mentiras piadosas, ocultaciones absurdas y sobre todo, cuando hay que mantener un nivel siempre tan alto de expectativas, por obra y gracia de un compromiso que ya no es la unión de dos muy buenos amigos imparciales sin exclusividad: que se buscan, se admiran, se gustan y comparten sexualidad de vez en cuando sin mayores pretensiones, y siendo conscientes que no tienen la obligación de gobernar la vida del otro, y mucho menos ser el centro de su mundo, ni pretender que la otra persona sea la luz de nuestra vida.
En lo que termina convirtiéndose más bien, si no se sabe evolucionar y administrar el espacio propio, es en el refugio de dos animales moribundos, resignados, atados a un árbol con collar de púas, que sueñan con las inmensas y salvajes praderas donde crecieron y ya nunca volverán
Podemos indignarnos, y ser más hipócritas (si se puede) y decir que: “nosotros somos la excepción” y que nosotros si somos sinceros etc. Pero mientras sigamos prisioneros de un catecismo de falsa moral más cercanos a las necesidades de ángeles infalibles y asexuados que de personas con limitaciones terrenales, va a ser imposible encontrar el camino para tener relaciones más sinceras. “para encontrar la persona perfecta” que como todos sabemos, somos nosotros mismos, lo que pasa es que "siempre escogemos tan mal"…son los otros los que nos hacen daño…nosotros jamás, no que va. Como mucho somos pobres víctimas...
La persona que duerme con uno debería ser, por razones apenas obvias, quien más le conoce, quien más le sepa escuchar, quien menos le juzgue, ni atormente con anatemas o reproches, quien mejor le critique si, pero de manera edificante. Y a quien se le podrían contar incluso hasta las tentaciones más bajas, las debilidades y las caídas.
Pero no, casi todas y todos nuestros conocidos, se jactan de su sinceridad, y luego sienten pudor o temor de contarle a su pareja que se han hablado o visto por casualidad con una o un “ex” que aún les gusta o quieren de alguna manera. O que han recaído en su adicción, (la que sea) o que ya no soportan acompañar a su pareja a compartir sus aficiones, (que no tienen por que ser las mismas que las propias) actividades, que seguro se han aguantado de forma tortuosa e innecesaria. Por “no hacerle daño” Todo en teoría, por no herir.
Por que el otro o la otra no sufra, y por mantener un círculo absurdo de apariencias y concesiones de renuncia a la voluntad propia, a la paulatina eliminación del “yo” condición de la que casi no somos conscientes hasta que nos damos cuenta que hemos girado durante años en una ruleta fija de buenas intenciones castradas, mientras que creíamos volar.
Lo bonito seria dormir por mucho tiempo con una persona que nunca traspase la frontera de ser el, o la mejor amiga. Que esté ahí por gusto: no porque Dios, el juez, las deudas, el reloj biológico o los hijos la obliguen. Que no juzgue de forma severa, ni se sienta por encima de nuestra supuesta y precaria estatura moral. Dormir con un ser imperfecto y libre como nosotros, que entre todos los seres del mundo lo ha escogido a uno para hacerlo partícipe, cómplice y depositario temporal de parte de su ilusión.
Que quiere creer en el amor como un sentimiento liberador de voluntades compartidas, y no como una jaula tradicional burguesa, o un compromiso ineludible de posesión por mandato divino, donde nos refugiamos desesperados, asustados por la inminencia de la soledad cuando ya tenemos suplidas las carencias materiales y profesionales.
Lo bonito sería seguir durmiendo juntos a menudo, pero no siempre, y poder conservar esa deliciosa angustia del que no lo tiene todo ganado, esa incertidumbre de no saber lo que ella o él está haciendo, esas ganas de volverla a ver en unos días, y que el encuentro signifique verdadera emoción. Que seguir juntos sea un interesante viaje, un bello reto, y no una rutinaria y resignada obligación.
Notas al pie
- Gracias por los saludos de bienvenida de los Srs. Akira, Monchis y Quike. Gracias a Jako por pasar por estos lares. Señores, se les ha olvidado decirme qué fotos quieren ver! más hombres? más paisajes? más rarezas?
6 comentarios:
Hola Tavo,
Yo también pillé ese escrito en El Tiempo la semana pasada y me pareció de lo mejor que he leído desde que estoy navegando por la Blogósfera hace cais tres años.
Un texto que contiene la sin igual paradoja de la relación "ideal" contra los misterios y frustraciones de la vida "real"
Mucho para reflexionar... yo incluyo ya lo vinculé en mi espacio, entre los post de Antología.
Y en cuanto a las fotos... mándese no mas con lo que quiera, todo será bienvenido.
Saludos,
Eso es amor..... esa es la realidad.... hay que bajarse del absurdo pais del idilio y poner los pies en la tierra....
Y las fotografias... ponga las que quiera... todo es valido!
Saludos
Comparto a oscartruma por completo; me encanta su resumen del amor en frases como "El amor que se sustenta en la posesión del otro, en la domesticación de la individualidad del otro para formar una sola masa amorfa de buenas intenciones que a menudo riñen con la razón y las necesidades propias… esa clase de amor es incompatible con la verdadera amistad.", "...el amor como un sentimiento liberador de voluntades compartidas...", "Que seguir juntos sea un interesante viaje, un bello reto, y no una rutinaria y resignada obligación.".
Creo que agregaría algunas cosas más para completar o llegar a encontrar el significado o el por qué de una conviviencia, del amor: ese sensanción de las entrañas, ese trastoque de tu espiritualidad, esa rara conexión que sientes con ese alguien al que le dices lo amo. Todo esto es de lo más voluble, solo se siente y muchas veces en su sin razón está la magia de enamorarse.
Aunque paradojicamente se nos vende el ideal del matrimonio como meta, como apuntas, la gran mayoria de las veces es la receta perfecta para que dos personas que se quieren hasta la enajenacion se conviertan en amigos. No en amigos intimos o amigos con beneficios -que tanto esta de moda-, sino en amigos, en el mejor de los casos. Y el hecho es que se sigue junto, porque como dice la conocida filosofa popular Rocio Durcal en una de sus canciones, "La costumbre es mas fuerte que el amor". Sera eso lo que nos espera a todos? Con suerte, no. Con suerte, seguiremos deseando al que duerme con nosotros todas las noches, sintiendolo complice y cercano. Sin las trampas de la complacencia.
Y gracias por visitar!
Pues sumercé, atendiendo a tu pregunta sobre las fotos... desearía ver algunas que clasifiquen simultaneamente en las tres categorías enunciadas. jajajaja
un abrazo
Quike
Buen articulo, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)
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