miércoles, abril 08, 2009

Apúrale Bárbara que llegó el taxi

¡Mucho hijuepueta el flaco ese! Fuera de que te dejó esos dos moretones hediondos te ha tocado gastar más base y polvos para disimularos siquiera un poquito. ¡Mucho hijueputa! Todavía hasta tienes un poco hinchada la cara de semejantes golpes que te metió el borracho ese. Pero que te importe un culo, ya va a ver a quién te vas a conseguir esta noche para que lo busques y lo levantes a pata; imposible si no con la peluca que te compraste, la pinta que te prestó la Marga, los tacones que te le robaste al Jose del vestier de Theatrón, bueno, no te los robaste porque no eres ladrona, esa fue la liquidación y las prestaciones que te debían y nunca te quisieron pagar después de tanto tiempo de sacrificio y entrega… Perros esos… Ay pero eso si acuérdate cómo entraste allá, como una reina, la más diva de Dragstar. ¿Te acuerdas cómo te miraban todos esos machos cuando al final del show estabas con Don Antony en el lobby? Si Bárbara, te miraban porque eras la más linda de la noche, la más mujer, aunque te costó sudor y lágrimas. Moviste cielo y tierra para que Don Antony te aceptara en el show de esa noche, te regalaste por dos pesos para que te dejaran subir a esa gran tarima que deseabas desde hace mucho tiempo, te tocó aguantar todos los insultos y las humillaciones del Jose y de tus compañeras cuando se dieron cuenta que te tocaba depilarte con jabón y cuchilla y te tocaba usar maquillaje del barato, ni siquiera Evel… Para qué seguir acordándote de todo eso si lo importante fue que llegaste e impactaste, la noche fue tuya, todos quedaron admirados por tu belleza natural, por tus delgados brazos, tu fina cintura, tus mandíbulas levemente notorias y tu habilidad de esconderte la verga; los dejaste a todos boquiabiertos. ¿Te acuerdas cómo te emocionaste cuando Don Antony te empezó a presentar a todos sus clientes estrella? Una variedad de la que te daba miedo y querías instantáneamente olvidar, pero que en unos cuantos fines de semana de locura, eran tus mejores anfitriones y hasta mecenas… Pero de él si no te olvidas, no? Lo recuerdas perfectamente cuando desde lejos tímidamente te miraba y le daba pena acercarse. Recuerdas cómo su amigo se saludó con Don Antony y tú notaste que hablaban de vos. Tú sólo querías que se acercaran a saludarte y finalmente lo hicieron. No recuerdas su nombre pero cada uno de sus rasgos lo tienes grabado. Te encantó cuando él, un poco borracho, te dijo que te iba a ayudar a buscar un mejor puesto, que te quería sacar de inspector de obra y ascender hasta casi asistente ambiental en una de sus obras; y tú te ilusionaste, tú creíste que le gustabas, que cuando te viera sin tacos y falda iba a quedar enamorado. Pudo más el alcohol y te aprovechaste de él esa noche, te lo llevaste casi arrastras al laberinto de Lottus y te lo rumbiaste, te supo a gloria, te supo a clase, te supo a hombre. Tus lágrimas fueron pocas pero dolorosas cuando lo llamaste el lunes siguiente y él no sabía con quien hablaba luego de que te presentaste sin tu nombre artístico; casi se te sale el Bárbara pero menos mal decidiste colgar antes. Te lo encontraste después, en Theatrón, en la calle, en una obra, con sus papás, y sabías que algo le tenías que mover porque lo veías en sus ojos… Solo seguiste robándole besos, pasándole la mano por donde no debería pasar, mirándolo fijamente mientras le decías que estaba muy churro, pero teniendo muy claro que a él con esta vida tuya, no lo podías tener. Algún día Bárbara, algún día, cuando dejes descansar estos tacos en el closet y te dediques a buscar sin tus pelucas y maquillaje al hombre que te debe acompañar, seguramente lo conseguirás, porque bien lo sabes, acá en este Bogotá que se cree ser la capital gay, la cuna de la libertad, aún te apalean por estar caminando por ahí como te gusta ser y estar. Mírate cómo te dejaron no más, mírate cómo putas te volvieron porque te topaste a un hijueputa borracho cuando antes de coger un taxi te quisiste fumar un cigarrillo como toda una señorita de bien caminado por la Carrera 15.

En esas, suena el timbre de la casa de Bárbara; ella guarda en su cartera el rubor, el delineador y el labial carmesí. Se echa un condón dentro de las medias veladas, apaga los bombillos de 20 wats que rodean el espejo de su tocador y sale corriendo a coger el taxi que la está esperando.

9 comentarios:

alejandrojohn40 dijo...

¡Oh!, por Dios, no sabía que mi inspector de obra se llamaba Bárbara, qué barbaridad.....

Genial, me he reido a carcajada llena, muy bueno.

Sixpence Notthewiser dijo...

Espectacular. Me has dejado sin palabras. Tendre que volver a ver si te puedo decir mas... aunque creo que no necesito hacerlo, no?
Espectacular.

XOXO

Potter dijo...

¡Pero esto es otra cosa!
Es magia, es ironía, es crudeza, es tangible, son letras deslumbrantes.
Barbará es la realidad de muchos, que sin usar tacones ni sobrecargado maquillaje, viven una vida que no les corresponde y se someten a ella por una debilidad de carácter, por mostrar algo que son y en realidad nunca serán. Es la voz de muchos, esa que frente al espejo habla sin tapujos, desnudando la realidad sin temor, pero que termina quedándose en el reflejo interior del espejo y no puede salir al mundo real, por conveniencia? Por negligencia? Por temor?

Es una gran historia Sr. Puntila, una gran historia

hpereyraf dijo...

Wowq relato, q trepidante y real ... como si uno corriera detras de Barbara oliendo su perfume barato y enredandose con los rizos de su peluca sintetica ... uhmm las divas nacen no se hacen verdad?

jako dijo...

excelente.

de cuantas historias como la de barbara hemos escuchado antes, cuantos relatos crudos que violentan nuestras mentes creyendo que también nos podría pasar algún día.

Ha pasado,pasa y lo peor es que seguira pasando, pero por la barbara interior que llevamos todos no debemos escondernos.

bye
y un abrazo de esos que sabes dar.

JP dijo...

Ya sabia yo que este 2009 traeria verdaderas letras de escritor grande...

Y mas de ti!!!!

Me gustò, es cruda, pesada, satirica y real.... tan.... deliciosa.

Justo perfecta para abrir el apetito.

Mis respetos Sr Puntila. Su creatividad comienza a autoexplorarse de manera notoria.

Milo Gasa dijo...

Hmmm, vamos a ver mi Sr. Gus si este es sólo el primer relato de ese proyecto que me planteaste o sólo una melodía desencadenada. Yo, con toda franqueza, ¡quiero más!.

Un Abrazote.

Monchis dijo...

Hola Tavo,

Muy buena historia, en la cual todos tenemos algo para sentirnos identificados,

saludos,

Anónimo dijo...

Esto me recuerda las frustrantes noches de las transformistas del Noa Noa... "Yo seré gordita, pero asi me quiero"... el maquillaje puede ocultar hematomas, pero nunca borrará heridas.

Saludos