jueves, junio 25, 2009

Un suspiro que no lo pudo ser

Lentamente fue quitándole su bufanda de sus ojos, sí, aquella que le entregó días antes a su amiga, a muchos kilómetros de distancia. Con ella se había encontrado tan solo media hora atrás para entregarle un gran paquete que aquel hombre que había empezado a amar, le había enviado; sorpresivamente, ella le pidió que la acompañara a un pequeño restaurante acogedor, donde él no tenía la menor idea de lo que iba a ocurrir.

Cuando la bufanda dejó ver sus pequeños ojos escondidos, sus párpados acompañaron una expresión de alegría infinita. Era su hombre quien de repente estaba ahora sentado en frente suyo. Miró hacia todos los lados buscándola a ella, intentando descifrar qué estaba pasando. Al frente de él, estaba su hombre, reconociendo todas sus expresiones, deseando sus lágrimas, cogiéndole suavemente la mano. Él entendió qué era ser feliz mirándolo a los ojos, evitando todas las palabras, descubriendo su ser real, esculcando en su mirada y encontrando que todo lo que se dijeron durante mucho tiempo, en la distancia, era real.

Se conocieron hacía más de 6 meses. Una correspondencia ininterrumpida fue la consecuencia de haberse gustado por sus letras. Extrañas tergiversaciones del destino permitieron que se conocieran íntimamente antes de lo esperado y mucho antes de lo que cada uno suponía.

Los dos, ya en una actitud más que conformista, nunca pensaron que tan de repente iban nuevamente a encontrarse con ese alguien que les cuestionara lo que para en ese momento era una pareja, una relación o simplemente el amor. Se sorprendían cuando al reflejarse en un espejo, se daban cuenta de todo lo que habían hecho en tan corto tiempo el uno por el otro. No se habían regalado relojes ni esferos caros; tampoco ropas ó enceres fantoches; mucho menos chocolates Delafee ó rosas de Don Eloy. Solo palabras, envueltas en canciones y amarradas con poemas en los que seguramente se escondía un poco de corazón, que fácilmente era descubierto por cualquier de la mirada perspicaz de los dos.

Él se levantó de la mesa, lo abrazo tan fuerte y por tanto tiempo que la gente del restaurante, un tanto extrañada, dejó de hablar; un silencio sepulcral se apoderó del lugar. Le dio un beso en la boca y cuando nuevamente lo abrazó supo por fin, qué era un suspiro real.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

"Una correspondencia ininterrumpida fue la consecuencia de haberse gustado por sus letras"

En el caso de Akira, le quito el plural para devolverme en el tiempo y recordar.

Ahhh don Tavito, yo solo espero, que el tiempo apremie.

JP dijo...

Definitivamente el destino, en estos casos es algo que no se puede evitar, por mucho que se intente.

La belleza de tus relatos habla de un corazón lleno de ilusión, de esperanza y fe en el futuro, un corazón alegre que salta de emoción al palpitar con un sentimiento tan puro como el amor.

Enhorabuena por ti mi amigo, ya los tiempos de las lágrimas lentamente quedan atrás bajo la luz de un renovado sol... te lo dije, cierto?;)

marichuy dijo...

Querido Gustavo

Auch... hasta estoy suspirando. Te parecerá una bobería de mi parte, pero me emocionó mucho este relato. El amor es una cosa extraña; tan difícil de definir como de preveer. Alguna vez me pasó igual: me enamoré de alguien mucho antes de mirar sus ojos; fueron sus letras llenas de sensibilidad y pasión; aquella comunicación epistolar ,que mantuvimos un buen tiempo, lo que me tocó el corazón de manera inimaginable.

Estoy feliz... y vos sabés porqué.

Te mando un abrazo enorme

Potter dijo...

¿Admiraría el muchacho que fuiste una vez al hombre en quien te has convertido?

Cada que leo este post me doy cuenta del Interés puesto es cada suspiro. En la vida somos lo que creemos por lo que luchamos, así púes, y como dice la Sosa: “si no creyera en lo que agencio, si no creyera en mi camino, si no creyera en mi sonido, si no creyera en mi silencio… Qué cosa fuera?”

“Al pasar los años la vida es más ligera si estás con otra persona, envejecer juntos, crear una historia, entre dos las alegrías y las tristezas son mejores”. Por eso el inicio de esta historia está en el final de este post, por eso el sentido de este comentario está en la última frase, por eso la ligereza de la vida será más fácil si acepta al hombre que encontró al retirar la bufanda.

“…Je repars à zéro…” Recuerda que los tienes todos!

Arquitecturibe dijo...

hmmmm
lo he dicho antes... lo digo ahora... demasiado intimo para comentar... aun cuando los cabos son tan fáciles de atar!
Enhorabuena mi gustavin... me debes una cita... y algunos relatos.

Joey dijo...

Pues como vez al fin pase de visita, lindo relato, fluye ante el un poc de inspiracion que traes de ti mismo y un poco de cierto ambiente rosa que flota en la atmosfera.

Un abrazo, vendre a visitarte mas seguido.

MauVenom dijo...

Que tan real

que tanto verdadero puede ser el contexto de

haberse gustado por sus letras

lo he visto suceder

pero le doy vueltas y no alcanzo a distinguir que puede haber detrás... y aún más que puede suceder adelante

aún cuando para mi la apreciación se ha vuelto tan diferente veo que en ti hay una fuerte confianza en los futuros

eso es bueno

Saludos.

Sixpence Notthewiser dijo...

Se me ha eirzado la piel. Y eso fue con la primera lectura. Con la segunda, he suspirado. Con la tercera... bueno, ya te contare que me ha sucedido a la tercera. Fabuloso, y si viene de tus verdades, mucho mas valioso.

XOXO

Oz Vega dijo...

Feliz dia del Orgullo Amiguito... espero verte hoy a falta de un encuentro anterior!!

Lulu dijo...

Oh!!
Ay, por amor al Buda... pero qué belleza de (re)encuentro... de qué manera se describe una cosa que sólo se siente, que se contagia, que se intuye pero no se ve? Una cosa así como la electricidad...

...Eeeeso! La electricidad...

Es como cuando se va la luz, que todo el mundo se calla un instante y voltea a todos lados a ver qué pasa, sabe?

Ah! Y yo sería una de las del restaurante que se hubiera quedado muda, viendo, con la cara pintarrajeada con una sonrisa enoooorme, de una estupidez colindante con la ingenuidad... hasta que alguien me hubiera preguntado "qué,de qué te ries?"

Y habría salido, eso es seguro porque me conozco, un ventarrón de mi boca, con la sonrisa aún pintada, diciéndole al preguntón que no entiende nada:

"¡De que es lindo! ¿No? ¡Es amorcito, corazoncitos! ¡Es lindo!"

Y ante el gesto de asco o sorpresa del otro, me habría repetido mentalmente lo que siempre me digo en esos casos: "no todos estamos preparados para entender que el amor es más grande que todas las trabas que le ponemos..."

NAda, dispénseme el largo del texto, pero es que me quedé con la sonrisa estúpida mientras lo leía... supuse que de tener alguien al lado, algo me preguntaría. Es pues, un mini-post de respuesta a su post amoroso.

Y amoroso divino, de esos que destilan corazoncitos!!

Suspiro ahora... Las cosas que hace este Sr Potter con mi curiosidad... me manda nuevos lectores al blog y termino empalagada con sus textos.

No puedo, no puedo... Seguiré leyéndolo. Porque su artículo de opinión me gustó y este me derritió.

Que esté bien!!

Monchis dijo...

Hola Tavo,

Con unas cuantas palabras has logrado expresar sentimientos muy hermosos y profundos.

Has retratado en esencia lo que para mi significa ser Blogguer: Dejar el alma en cada letra.

Saludos,