sábado, abril 10, 2010

La Pantera Imperial

Creación y Dirección: Carlos Santos
Institut Ramon Llull
Teatre Lliure


Este performance –mas que un obra- fue un respiro de divertimiento luego de una ardua jornada de teatro algo pesado. Creo que lo que más me interesó en un principio fue el saber que el creador/director podía tener alguna influencia de John Cage, pero al final, me sentí tumbado. En el programa decía “En Nueva York trabajó con el músico John Cage” quién sabe en qué pero trabajó con él… Se vieron pianos masacrados, intervenidos y hasta teledirigidos; algunas interpretaciones absurdas que rayaron en lo cómico…

Creo que fue una completa desacralización de Bach. Carlos Santos intentó juzgar lo que significa la música bachiana por medio de un juego irónico con muchos elementos, partes, secciones que no tienen una relación evidente o no se enlazan con una lógica perceptible (o bueno, para mí no lo fue). Fue más un show que seguramente no tendrá la trascendencia de lo que alcanzó a hacer John Cage. O bueno, de pronto la historia en unos cuantos años me da una gran bofetada consagrando a Carlos Santos como el paradigma de la música del siglo XXI… Todo puede pasar… Pero lo que si tengo claro es que para mí no fue algo magistral; tuvo una buena interpretación coral por parte de la Sociedad Coral Santa Cecilia, una buena escena cuando dos actores jugaron vocalmente con la escala musical y cuando cayeron sin sentido mil palos haciendo un ruido estridente en todo el escenario… De resto creo que Carlos Santos hizo un retaso de muchas cosas con la que dejó perdido a un público yo creo ávido de algo más elaborado.

Las partes con un toque sexual muy explícito me parecieron completamente fuera de lugar. No encajaron para nada. Fue como un recurso de película barata de Hollywood: metamos algo de porno para que venda (pero lo peor de este caso, es que precisamente eso no lo promocionaron y el público se lo encontró de sopetón).

Fue divertido.

Imagen tomada de http://www.festivaldeteatro.com.co/Details/La-Pantera-Imperial.html?Itemid=

jueves, abril 01, 2010

Calígula

Dirigida por Tomaz Pandur
Basada en Calígula de Albert Camus
Teatro Pandur y Teatro Gavelia








El grandioso Pandur nuevamente sorprendente. Es impresionante el cómo con sus montajes espectaculares transmite mil cosas que agarran al espectador en un halo de misterio único. Si no han tenido la oportunidad de ver una obra dirigida por él, es muy difícil transmitir la sensación que suscitan sus ambientes escenográficos austeros pero precisos, abstractos pero completamente moldeables a la situación en escena, simples y sencillos pero de un trabajo tan minucioso que logran demostrar una complejidad del más alto rango.

Es curioso que en Calígula haya hecho una extraña mezcla escenográfica entre Barroco del 2006 (que mereció en su época un post) e Inferno del 2002. El espejo de agua en el que transcurre toda la obra fue uno de los elementos centrales de Inferno (recuerdo cómo simulaba el Aqueronte y Caronte con su barca llevando a Virgilio al mundo de los muertos, espeluznante); en esta ocasión ese espejo, sin un significado claro, sirvió para que los módulos/páneles de Barroco se deslizaran rítmicamente creando todo el paisaje para que Cayo Julio César Augusto Germánico se divirtiera en su delirio. Pandur tiene una habilidad única de crear ambientes perfectos que se ligan profundamente con el actuar de los personajes y la limpia adaptación de la obra. Es una mezcla sincrónica de todos los elementos posibles en el teatro y otros más insospechados.

Pandur me atrapa por sus montajes pero me deja en algunas escenas desconcertado y medio aburrido (pero se le perdona): en Inferno cuando Fanny llegó en helicóptero al infierno y ahora en esta obra, cuando jugaron con balones que simulaban la luna y luego cuando recrearon la llegada del hombre a la luna… Son tuercas que ya muy flojas tiene Pandur, creo yo.

Bueno en fin, las actuaciones como siempre sinceras y muy bien logradas. Cargada también de símbolos irónicos (el esclavo/perro/eunuco de Calígula, por ejemplo) y de recursos bien pensados como la teatralidad que alegró a Calígula cuando sintió que el mundo para él ya no era suficiente, el juego de mesa con el que finalmente fue asesinado por sus senadores, etc.

Se me escapa un significado claro de la obra porque no conozco en detalle el contexto de la obra, pero la sensación de satisfacción final me llenó de mucha alegría.

Al final de la obra y con otro café en La Florida con la compañía de Susana y sus amigas, dejamos ver nuestros puntos de vista y apreciaciones en muchos casos completamente diferentes y contrarias. Pero bueno, creo que toda opinión con cierto sentido es válida.

Viendo las obras pasadas, me quedó en la cabeza una extraña sensación: casi todas las obras que he visto han tenido una aire muy marcado egocéntrico, hedonista y hasta narciso… Todos los personajes centrales han buscado ser dioses y caen en su intento de dar un siguiente paso buscando un algo más… Será que por estos tiempos en la realidad teatral en la que vivimos puede haber una semejanza? Agh que va, mejor seguir viendo teatro que ponerse a politiquear…

Imágenes tomadas de: http://www.festivaldeteatro.com.co/Details/Calígula.html?Itemid=